L.Velasco
Escribo estas líneas con la noticia, aún fresca, sobre la mesa de la derrota de esa propuesta de reforma constitucional que se había sacado de la chistera el mandatario Venezolano, Sr. Chávez Frías.
La verdad, no me extraña nada que en este caso las curiosas promesas de Chávez hayan caído en saco roto. Un regimen populista puede ser muy eficiente en sus campañas mediáticas, puede intentar acabar con la libertad de expresión y erguirse como única fórmula verdadera y soberana para regir los designios de una Nación, incluso puede engañar bien; pero desde el mismo momento en el que tiene la falta de vergüenza suficiente como para pedirle a la población que legitime con su voto un sistema de corte totalizante y despótico, llamado a servirle como perpetuación en el poder, es lógico que aquellos que antes alababan a los que les daban esperanza e ilusión, defiendan su inalienable derecho a decidir en libertad, especialmente, cuándo han acabado por hartarse de eternas promesas de final, generalmente, menos brillante de lo esperado. Podríamos decir que la población Venezolana ha dicho, simple y llanamente, que, en América, ya bastó con un P.R.I.
En nuestra facultad sabemos algo de ese tipo de prácticas, últimamente una organización se ha declarado soberana representante del alumnado, se denomina Assambleia –o como demonios la quieran llamar estos, por cierto, castellano parlantes-, y dice odiar todo tipo de siglas, organigramas, poder, instituciones etc. También afirman ser el único grupo que realmente ha luchado, lucha e informa sobre el EEES –Plan de Bolonia en amigable guiño para los enemigos de las siglas-, por no comentar que aseguran que todos y cada uno de nosotros estamos libremente representados por ella. Muchas gracias por avisarnos de que gozamos de vuestro generoso paraguas.
Pero, ¡Cáspita!; no deja de ser cosa curiosa que nuestros generosos representantes –no dejo de preguntarme ante quién- se presenten a unas elecciones oficiales de la USC, convocadas para elegir a un órgano propio de ésta y que lo hagan bajo unas siglas; de hecho es algo tan curioso que, más bien, parece un chiste un tanto fácil, lástima que sea en serio.
Lo cierto es que esto grupo, tiene como principal autoridad moral el insulto, y ni siquiera un insulto mínimamente fino y elegante, sino más bien zafio y hasta algo mal educado –ellos se gastan nuestro dinero ocupando la facultad por la noche y arrancan los carteles de los demás-, recurrente entre aquellos que no tienen ideas que ofrecer y se basan en una visión un tanto difuminada de la realidad, algo emparentada con el pensamiento uniformizador; algo que no se le puede echar en cara cuándo todo su programa electoral -perdón, olvidé que éstos son instrumentos de engaño- es sencillamente humo.
La gracia de todo ésto es que este tipo de prácticas fueron las que durante años realizaron aquellos grupos que antes campaban, más o menos, a sus anchas –CAF, AGIR, AMI etc.-, obviamente este tipo de casualidades son de las que, más bien, tienen poco de casual y mucho de lógico. A fin de cuentas las Assambleias están organizadas e integradas por algunos antiguos, y no tan antiguos, miembros del CAF e, incluso, de AGIR, que suerte tienen de tener ahora una marca blanca -cómo la leche del FROIZ-. Parece necesario quitarles el plumero en su intento de hacerse pasar por aquello que no son, ya que, así, intentan hacerse con un voto descontento que ellos mismos han creado, porque no son lo que dicen ser. Para demostrar ésto sólo habría que analizar sus listas, en las que, incluso hay alguna persona en concreto que cuenta con mi simpatía, hay personajes vinculados, antes y ahora, a los grupos antes citados y, hoy por hoy, militantes afectos a unas siglas.
¡Oh, sorpresa!, al final la Assambleia es una sigla (ARXEHI) de siglas, parece el colmo de un ácrata.
Es algo parecido a lo que ocurrió en el pasado con ERGA, aquel ensayo de Comites Abertos de Facultade, sustituído por el CAF y del que después éste dijo sentirse heredero. El mismo perro con distinto collar, a fin de cuentas.
Aunque parezca gracioso, a la postre, los únicos candidatos que realmente no son “unas siglas” son los de Vindeiros, a fin de cuentas el nombre de la asociación es extremadamente leal y claro con respecto a lo que defiende, tal y como reza en su acta fundacional “É unha asociación creada para defender os intereses dos VINDEIROS licenciados en Historia, Xeografía e Historia da Arte da USC”; de hecho ésta es la gran virtud de Vindeiros; por encima de intereses partidistas, no nos engañemos, ha logrado crear una candidatura que pese a ser reducida es de un amplio abanico ideológico; entre todos sus miembros no hay color que no esté representando, claro que lo mejor del asunto es que la pluralidad interna hace que el resultado final sea un ente completamente independiente, capaz de representar con independencia nuestros intereses. Lo que es cierto, es que Vindeiros puede ser, por igual, objeto de voto de un simpatizante del PSOE, del BNG o del PP, de un castellano-parlante o de un galego-parlante; es lo que tiene que todos seamos estudiantes de Historia, Xeografía o Historia da Arte. Alguien dirá que en su grupo pasa lo mismo pero, sinceramente, quién se podría creer la existencia de Votantes del PSOE, del PP o de IU en el CAF, cómo mucho el mismo que sea capaz de encontrar a un votante del BNG en la AVT. Lo único cierto es que todos somos VINDEIROS licenciados y que buscamos defender nuestros intereses como estudiantes y como futuros profesionales.
Otrora era bien sencillo localizar por los montes una reunión de pastores gracias al humo de sus hogueras; hoy por hoy, en la facultad ocurre algo parecido, es fácil reconocer donde hay una reunión de pastores, la diferencia habida entre lo uno y lo otro es que el humo lo generan las ideas que se pretenden vender y que en vez de toparnos con pastores trashumantes guiando a los rebaños del Honrado Concejo de la Mesta, nos topamos con portadores del complejo mesiánico de turno. Pero vamos, donde se ofrece humo poca legitimidad y poca soberanía puede haber, por más que se quiera o se desee; baste ésto para decir que el bucólico paisaje que nos quieren vender es estrictamente falso y que setenta personas reunidas en un aula de entre casi mil quinientos alumnos ni es soberano ni es nada y, a lo sumo, tan eficiente como una reunión de pastores.
CODA. En contra de las subidas de tasas, mercantilización de la enseñanza etc. estamos todos, no se puede patrimonializar los pensamientos que son de todos.
martes, 11 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario